OBJETIVO: Determinar los conocimientos de la población sobre xerostomía. Divulgar las causas, síntomas y tratamientos sobre esta patología poco conocida entre la población, pero cada día más emergente. Prevenir las consecuencias del síndrome de boca seca. Acercar posibles soluciones al paciente.
MATERIAL Y METODOS: Se ha llevado a cabo un estudio descriptivo, transversal y observacional en farmacias comunitarias de la provincia de Cuenca. La muestra estuvo constituida por pacientes que acuden a la farmacia comunitaria con síntomas de xerostomía y pedían consejo farmacéutico. Se realizó un cuestionario para la obtención de datos, el cual tenía una primera parte en la cual se recogía información general del paciente en temas de salud bucodental, y una segunda parte que incluía preguntas relacionadas con xerostomía. El total de cuestionarios realizados fue de 67.
RESULTADOS: Los resultados obtenidos tras el estudio realizado nos reflejan que entre los pacientes encuestados el 1,5 por ciento no sabe si tiene sequedad bucal, el 41,8 por ciento padece sequedad bucal en algún momento del día y el 56,7 por ciento no detecta ningún problema. De los pacientes que presentan síntomas de xerostomía, el 22,38 por ciento tiene dificultad para poder hablar, el 31,34 por ciento tiene dificultad para comer algunos alimentos, el 14,92 por ciento no puede dormir bien y el 4,5 por ciento su prótesis le produce molestias. El 34,33 por ciento de los pacientes cree que sus problemas de sequedad bucal son debido a la edad, el 28,36 por ciento al estrés, el 38,30 por ciento a la toma de medicamentos sin conocer cuáles son los que se lo producen y el 38,30 por ciento a beber poca cantidad de líquidos.
CONCLUSIONES: La xerostomía a pesar de su alta prevalencia es casi desconocida para los pacientes que la padecen, obviándose así su tratamiento y la prevención de otras complicaciones mayores en salud bucodental. El síndrome de boca seca puede suponer un importante problema de salud, ya que ocasiona intensas alteraciones funcionales y lesiones orales de carácter orgánico. El papel del farmacéutico como educador sanitario es necesario para acercar a la población soluciones a problemas menores que, con un deficiente cuidado pueden comprometer la salud y la calidad de vida de los paciente. La prevención debe realizarse desde la práctica diaria, tanto por el personal sanitario como también por los propios pacientes.