JUSTIFICACIÓN: los medicamentos aprobados en los últimos años para el tratamiento de la EM permiten un mejor control de la enfermedad y una mayor adherencia por su administración oral y vida media prolongada. Sin embargo, pueden causar reacciones graves, algunas mortales. Es necesario analizar los artículos recientes publicados para estos fármacos de nueva comercialización y establecer su perfil de eficacia y seguridad.
OBJETIVOS: evaluar la eficacia y seguridad de los tratamientos para la EM mediante una revisión sistemática.
MÉTODOS: revisión sistemática de artículos científicos de los últimos 5 años en las bases de datos Medline, PubMed, Google académico y Biblioteca Cochrane plus en español, utilizando descriptores "multiple sclerosis "AND" efficacy "AND" safety" y restringiendo a humanos. También se consultaron fichas técnicas, notas informativas y alertas de la AEMPS.
RESULTADOS: 831 artículos cumplían los criterios establecidos. Se seleccionaron 164 al considerarse los más relevantes y se recuperaron a texto completo. Eficacia (reducción de la tasa de riesgo relativo comparada con placebo): alemtuzumab, natalizumab y ocrelizumab (70 %), fingolimod, daclizumab, rituximab y dimetilfumarato (47-54 %) e interferones, acetato de glatirámero y teriflunomida (17-37 %) El interferón beta 1a 30 mcg fue el menos efectivo. Eficacia (reducción en la progresión de la discapacidad usando la escala EDSS): alemtuzumab (58 %), ocrelizumab (53 %), daclizumab (46 %), natalizumab (44 %), dimetilfumarato, peginterferón beta 1a, interferón beta 1b 250 mcg y fingolimod (32-38 %) y teriflunomida, acetato de glatirámero y resto de interferones (14-28 %). Cuatro no fueron significativamente mejores que placebo (interferón beta 1a 30 mcg, interferón beta 1a 22 mcg, teriflunomida 7 mg y acetato de glatirámero 40 mg). Seguridad (efectos adversos graves): alemtuzumab (33 %), natalizumab (19 %), dimetilfumarato (18 %), interferón beta 1a 22/44 mcg (16 %), interferón beta 1a 30 mcg (14 %), acetato de glatirámero (13 %), interferón beta 1b 250 mcg (11 %), peginterferón beta 1a (11 %), fingolimod (10 %) y ocrelizumab (7 %). Interrupción del tratamiento: dimetilfumarato (14 %), teriflunomida (13 %), fingolimod (12 %), natalizumab (6 %), interferon beta 1b 250 mcg (6 %), interferón beta 1a 22/44 mcg (5 %), peginterferón beta 1a (5 %), interferón beta 1a 30 mcg (4 %), ocrelizumab (4 %), acetato de glatirámero (3 %) y alemtuzumab (2 %).
CONCLUSIONES: las nuevas terapias para la EM son alentadoras, pero suponen un desafío por su específico perfil de riesgo/ beneficio/ tolerancia, avanzándose hacia una medicina personalizada y centrada en el paciente. Las terapias deben analizarse periódicamente, revaluando el cambiante balance riesgo-beneficio. Su monitorización permitiría la detección precoz de ineficiencias y la detección de efectos adversos, ayudando paralelamente a la sostenibilidad del Sistema Nacional de Salud.