INTRODUCCIÓN: la enfermedad de Alzheimer (EA) es una enfermedad del cerebro, de la persona, de la familia y de la sociedad. Atañe directamente a las esferas más genuinamente humanas de la cognición, la psicología y la conducta, despoja a la persona de su autonomía y genera dependencia. La larga historia del Alzheimer, la dificultad que entraña su diagnóstico o la carencia hasta hace pocos años de tratamientos eficaces han llevado a mantener conceptos y perpetuar actitudes diagnósticas y terapéuticas desfasadas y obsoletas. En la población general se siguen interpretando los síntomas iniciales de la enfermedad como cambios propios de la edad, con el consiguiente retraso en la búsqueda de ayuda médica y social.
OBJETIVO: detectar cuáles son aquellos aspectos del manejo general de la enfermedad sobre los que existen más dudas/ controversias en los farmacéuticos.
MATERIAL Y MÉTODO: estudio tipo encuesta (dentro del proyecto Know Alzheimer) realizado a farmacéuticos de todas las CCAA (julio 2012- abril 2013).
Diseño de encuesta con 41 preguntas recogiendo:
• Datos sociodemográficos/formación previa en Alzheimer.
• Conocimientos sobre:
■ Síntomas/diagnóstico.
■ Tratamientos farmacológicos/no farmacológicos.
■ Síntomas conductuales/psicológicos.
■ Aspectos éticos/legales.
Las respuestas permiten escoger una opción entre cinco o tres posibles respuestas,o indicar si se está totalmente en desacuerdo, parcialmente en desacuerdo, no sabe/no contesta, parcialmente de acuerdo o totalmente de acuerdo con un determinado enunciado.
• Diseño de una web donde alojar las encuestas (www.KnowAlzheimer.com).
• Díptico informativo del estudio.
• Tratamiento estadístico con SPSS.
• Proyecto realizado con neurólogos/ geriatras/médicos primaria/farmacéuticos/pacientes.
RESULTADOS: participan 328 farmacéuticos (80 por ciento atiende mayores de 60 años) -51 por ciento sin formación previa. Opiniones: 75 por ciento la demencia senil es la causa más frecuente de demencia en personas mayores y 47 por ciento que ésta es una forma benigna de demencia. Consideran síntomas de envejecimiento tener fallos de memoria repetidos (23 por ciento), necesitar ayuda en tareas cotidianas (31 por ciento), repetirse en cosas que se cuentan o se preguntan (50 por ciento), desorientarse con un cambio de entorno (25 por ciento), tener ideas delirantes de robo (24 por ciento). Edad (88 por ciento) e historia familiar previa (83 por ciento) son considerados máximos factores de riesgo de EA. 75 por ciento considera que la enfermedad tiene tratamiento; 87 por ciento que hay que iniciarlo cuanto antes; 84 por ciento que las terapias no farmacológicas mejoran la enfermedad. 40 por ciento conoce el manejo de herramientas de cribado de la enfermedad y 34 por ciento de la carga del cuidador. 68 por ciento desconoce los recursos sociosanitarios locales. 57 por ciento desconocen aspectos legales.
CONCLUSIONES: el término demencia senil no ha sido desterrado entre el colectivo. Se debería incluir al farmacéutico como profesional sanitario para detectar la EA en sus fases más incipientes. Hay desconocimiento de los recursos sociosanitarios, de los procesos legales (voluntades previas) y del acceso a la investigación.