INTRODUCCIÓN: el aislamiento y el riesgo de exclusión social son factores muy importantes de deterioro de la salud y la calidad de vida, especialmente en personas de edad avanzada. El farmacéutico comunitario, profesional sanitario integrado estrechamente en su entorno y que está en contacto frecuente con la gente mayor ofrece grandes oportunidades en la detección de personas ancianas en situación de vulnerabilidad. Este primer paso puede convertir al farmacéutico en un agente más en la mediación e intervención comunitaria en temas de salud. En la ciudad de Barcelona existe un Programa Municipal denominado RADARS, para la detección de personas en riesgo de exclusión social, en el que se incluye la farmacia por primera vez con roles específicos y diferenciados. Antes de iniciar el programa, existían 322 RADARES comerciales, entre ellos veinticinco farmacias comunitarias. El Programa ha realizado, hasta la actualidad, 409 intervenciones a diferentes usuarios.
OBJETIVOS:
• Coordinación entre farmacéuticos comunitarios y Servicios Sociales Municipales para mejorar la atención a personas mayores, solas o dependientes, en riesgo de exclusión social.
• Implantación de un protocolo de actuación del farmacéutico comunitario para colaborar con el programa RADARES.
• Ampliar la función social de un RADAR hacia actuaciones sanitarias asistenciales.
MATERIAL Y MÉTODO:
• Evaluación del inicio del programa en los barrios dónde el programa está activo:
• Farmacias adheridas / barrios.
• Núm. de casos notificados / barrio.
• Resultados de la intervención / caso notificado.
• Incidencias detectadas.
• Análisis de la fase de incorporación de las farmacias al programa y constitución de las mesas comunitarias
RESULTADOS: el programa se inició en diferentes zonas de la ciudad de Barcelona (febrero 2014- abril 2014). Actualmente se han adherida al programa 230 farmacias comunitarias de doce barrios de la ciudad de Barcelona. Para el congreso presentaremos los datos sobre las mesas comunitarias constituidas con la participación de las farmacias, los casos detectados y los resultados de la intervención del farmacéutico.
CONCLUSIONES: el farmacéutico comunitario por su formación, su intrincación en los barrios y su labor sanitaria es un agente válido y muy útil para la colaboración con los programas de servicios sociales, especialmente en su vertiente sanitaria y de seguimiento de la salud. Además los farmacéuticos de Barcelona han demostrado, con su implicación, la voluntad mayoritaria del colectivo de sumarse a este tipo de iniciativas.