OBJETIVOS: Los diabéticos una vez diagnosticados, deben seguir una dieta rica, variada y equilibrada prestando especial atención en los hidratos de carbono que ingieren, ya que estos deben ser de absorción lenta y evitando los de absorción rápida, usándolos solamente en el caso de presentar hipoglucemias. El objetivo de nuestro estudio es que el paciente diabético sepa reconocer cuáles son los síntomas de hipoglucemia, cómo se previenen y de qué manera tratarla eficazmente.
MATERIAL Y MÉTODOS: El estudio se ha realizado, durante los meses de mayo a julio de 2012, mediante una encuesta pasada a diabéticos que acudían a farmacias comunitarias de Valencia y pueblos de alrededor. Se presentaba inicialmente una encuesta para valorar el conocimiento que tenían al principio y un mes después de la actuación del farmacéutico comunitario se volvía a pasar la misma encuesta para analizar la influencia del farmacéutico en la educación y reconocimiento de las hipoglucemias.
RESULTADOS: Inicialmente, los diabéticos que sabían reconocer los síntomas de hipoglucemia eran el 64,6 por ciento, mientras que después de la actuación del farmacéutico comunitario los que reconocían las hipoglucemias eran el 92,3 por ciento. Con respecto a la interpretación de los etiquetados nutricionales, el 40 por ciento no sabía interpretar nada la información, un 32,3 por ciento entendían algo y un 27,7 por ciento deducían perfectamente la información nutricional del etiquetado. Tras la actuación del farmacéutico comunitario los porcentajes son 7,7 por ciento nada, un 44,6 por ciento algo y un 47,7 por ciento entendían perfectamente lo que dice una etiqueta. Finalmente había un 24,6 por ciento (16 diabéticos) que tenían glucagón en casa para tratar de forma urgente las hipoglucemias que pudieran sufrir. Tras la explicación del farmacéutico comunitario de la importancia de tener dicha medicación en sus domicilios, ascendió a un 29,2 por ciento (19 diabéticos).
CONCLUSIONES: En nuestro estudio, observamos que la actuación del farmacéutico comunitario, ha sido eficaz, ya que ha aumentado considerablemente los diabéticos que saben reconocer los síntomas de hipoglucemias (se ha pasado de 64,6 por ciento a 92,3 por ciento), se ha aumentado considerablemente los diabéticos que saben interpretar la información de un etiquetado nutricional y ha aumentado aunque no lo esperado, los diabéticos que tienen glucagón en su casa. Teniendo en cuenta que diabéticos que se tratan con insulina había 22, debería ser, como mínimo, ese número de diabéticos los que dispusieran de la hormona de glucagón en sus casas. Hay que incidir más en la importancia del glucagón, ya que de esa manera se evitaría las complicaciones agudas de las hipoglucemias.