PRESENTACIÓN: varón de 65 años. Vive con su mujer, que actúa como cuidadora. Diagnosticado de hipertensión arterial, bien controlada, tratada con enalapril 20 mg (1-1-0); Alteración del sueño tratada con lorazepam 1 mg (0-0-1), le ayuda bastante a dormir; Depresión desde hace 1 año, tratado Inicialmente por un psiquiatra con paroxetina 20 mg (10-0) el paciente iba mejorando poco a poco. Al acudir nuevamente a consulta le recibe otro psiquiatra, que le cambia el tratamiento: retira paroxetina e inicia mirtazapina 20 mg (1-00) y clorazepato dipotásico 5 mg (11-1). Este último fármaco hasta que se sienta claramente mejor.
RAZÓN DE CONSULTA: la cuidadora refiere que el paciente está muy alterado durante todo el día, con dolor de cabeza y mareo. No acepta tomar clo-razepato dipotásico por miedo a habituación. No se deja convencer por la cuidadora. Ha preferido "dejar toda la medicación a tener estos mareos y a volverse dependiente para toda la vida de tanto fármaco". La cuidadora nos pregunta qué debe hacer: abandonar el tratamiento o no seguir las indicaciones del psiquiatra.
INTERVENCIÓN: nos ponemos en contacto con el psiquiatra para aclarar el cambio de tratamiento y comunicar el seguimiento previsto del paciente. Después de estudiar los problemas de salud y la farmacoterapia se cita a la cuidadora y paciente para explicar la estrategia e importancia de seguir el tratamiento: cualquier fármaco antidepresivo debe dejar de tomarse poco a poco para evitar síndrome de retirada. Al comenzar un nuevo tratamiento con antidepresivos son frecuentes los mareos y dolor de cabeza. La estrategia terapéutica de unir al antidepresivo un fármaco ansiolítico está recomendada en las guías clínicas internacionales y es muy habitual, ya que minimiza los riesgos de esos incómodos efectos secundarios iniciales. Se pacta con el paciente cómo dejar paroxetina e iniciar mirtazapina, también el uso temporal del clorazepato dipotásico, solo si el paciente lo considera necesario.
RESULTADO: el paciente opuso inicialmente resistencia a iniciar tratamiento, pero finalmente toma confianza y conseguimos pactar. La cuidadora considera de mucha utilidad la información, se le explica la importancia del apoyo familiar. Se inicia el seguimiento farmacoterapéutico con Inventario de Beck.
CONCLUSIONES: para conseguir el resultado óptimo del tratamiento farmacológico es fundamental la adherencia terapéutica, con una implicación activa del paciente. En este proceso es fundamental la implicación del farmacéutico comunitario.