INTRODUCCIÓN: en ocasiones, cuando la vía oral está imposibilitada, la administración de fármacos por vía enteral puede ser una buena alternativa a la vía parenteral, no exenta de complicaciones.
OBJETIVOS: el objetivo de este trabajo es analizar la administración de los fármacos en los pacientes con sonda nasogástrica junto con la nutrición enteral y emitir recomendaciones de uso a otros profesionales sanitarios, basadas en la guía de administración de fármacos desarrollada previamente en base a una revisión bibliográfica exhaustiva.
MATERIAL Y MÉTODOS: estudio prospectivo de cinco meses de duración. Se seleccionaron a todos los pacientes ingresados en el Hospital San Juan de Dios de Tenerife que portan en prescripción sonda nasogástrica como vía de alimentación y administración de medicamentos. Se recoge el número y tipo de fármacos prescritos centrándonos en aquellos de administración nasogástrica, tipo de nutrición enteral y episodios de diarreas, así como datos del paciente: edad, sexo, diagnóstico y unidad hospitalaria donde ingresan. Estos datos son extraídos a través de los programas de gestión de pacientes y camas propios del hospital. A través de un formulario se reflejaron los errores cometidos en la administración y las pertinentes recomendaciones de mejora. Estas recomendaciones quedaron patentes en la historia clínica de los pacientes después de consensuarlas con los médicos responsables de los mismos, así como con las supervisoras de enfermería, hecho realizado el mismo día de colocación de la sonda.
RESULTADOS: de los fármacos administrados a 25 pacientes (9 hombres y 16 mujeres), el 14,29% tuvieron incompatibilidades relacionadas con la administración por sonda, otro 14,29% incompatibilidades con la nutrición enteral y un 9,52% por incompatibilidades relacionadas con pH extremos o contenido en sorbitol. Es decir, un 38,09% de los fármacos suministrados por sonda nasogástrica fueron susceptibles de mejora de su administración. Analizadas las prescripciones y los distintos errores o formas no recomendables de administración, se llevaron a cabo a través del Servicio de Farmacia dieciséis intervenciones diferentes donde la totalidad de las recomendaciones fueron aceptadas y aplicadas correctamente, salvo una no aplicada por fallecimiento del paciente.
CONCLUSIONES: en las intervenciones realizadas durante la investigación, la actuación del farmacéutico fue decisiva para solucionar los problemas descritos. Además, mejoró la información del personal sanitario.