JUSTIFICACIÓN: las intolerancias alimentarias son una patología frecuente, en especial las que implican azúcares simples: uno de cada cinco adultos y uno de cada tres niños no digiere completamente la fructosa y un 15 % de la población española sufre de intolerancia a la lactosa. La diabetes es una de las enfermedades más prevalente en España: el 13,8 % de la población adulta tiene diabetes tipo II diagnosticada. Los excipientes se incluyen en las formulaciones farmacéuticas con diversos propósitos. Entre los más utilizados están mono y disacáridos que, si bien cumplen con los requerimientos de estabilidad e inocuidad necesaria para su empleo, son ingeridos regularmente con los medicamentos. Existen gran cantidad de especialidades con alguno de estos excipientes por lo que parece interesante valorar la relevancia que podrían tener en patologías como intolerancias y/o diabetes.
OBJETIVOS:
• Revisar las cantidades de glucosa, fructosa, lactosa y sacarosa contenidas como excipientes en medicamentos comercializados y valorarlas en relación con intolerancias y diabetes.
• Estudiar y proponer alternativas terapéuticas que no contengan estos excipientes en los casos en que fuese necesario.
METODOLOGÍA: revisión en BOT PLUS de las especialidades farmacéuticas que contienen glucosa, fructosa, lactosa y sacarosa como excipiente. Revisión bibliográfica de las patologías relacionadas con los excipientes estudiados: intolerancia a la lactosa, fructosa, sacarosa y diabetes. Se tabularon las cantidades de excipiente por rangos de peso y cantidad de tomas por día para orientarnos sobre la cantidad de azúcares que se ingiere con la medicación.
RESULTADOS: 9224 medicamentos contienen lactosa como excipiente, 32 fructosa, 1247 sacarosa y 183 glucosa, en cantidades muy variables. Es poco probable que formas farmacéuticas que contengan lactosa pudiesen, por sí mismas, desencadenar síntomas de intolerancia ya que su contenido hace difícil superar el de rango de tolerancia. Otro tanto ocurre con fructosa, aunque la administración como excipiente pueda alcanzar los 8 g/día. En pacientes diabéticos, especialmente con glucemias no controladas, es aconsejable valorar la cantidad de sacarosa ingerida con la medicación, optando por alternativas sin sacarosa siempre que sea posible. Algunos tratamientos farmacológicos comunes pueden aportar cerca de 50 g/día de sacarosa. Se proponen alternativas de medicamentos equivalentes sin dicho excipiente.
CONCLUSIONES: ciertas formas farmacéuticas contienen una cantidad considerable de azúcares simples en forma de excipiente, hecho que podría ser relevante en diabéticos. Parece recomendable utilizar formas farmacéuticas libres de azúcares, especialmente en los casos de cantidades elevadas de fructosa o sacarosa.