Introducción: Los pacientes institucionalizados tienen, por sus características, más posibilidades de presentar problemas de seguridad con los medicamentos. La farmacia comunitaria puede ofrecer diferentes servicios, como es la revisión de la medicación. Para ello, contamos con los criterios STOPP, que detectan prescripciones potencialmente inapropiadas (PPI) y los START que detectan prescripciones potencialmente omitidas (PPO). Además de la revisión de la medicación, el farmacéutico comunitario dispone de los sistemas personalizados de dosificación (SPD).
Objetivo: Facilitar la adherencia a la medicación prescrita en un centro sociosanitario con ayuda de los SPD realizados por los farmacéuticos comunitarios.
Metodología: Estudio prospectivo realizado en dos farmacias comunitarias y en un centro sociosanitario (25 residentes) de Ondara (Alicante) durante ocho meses (enero-agosto 2017). En él participaron un médico, un enfermero y cuatro farmacéuticos comunitarios.
Resultados: Se incluyeron 31 pacientes que generaron 62 revisiones de la medicación. La edad media fue de 83 años. Se detectaron 16 PPI y el médico aceptó el 50% de las intervenciones. El criterio STOPP más detectado fue el B9: diuréticos de asa para el tratamiento de la hipertensión con incontinencia urinaria.
Se detectaron 25 criterios PPO y el facultativo aceptó el 28% de las intervenciones. El criterio START más detectado fue el E4: antirresortivos o anabolizantes óseos en pacientes con osteopororosis.
Conclusiones: Se ha facilitado la administración de la medicación en el centro sociosanitario desde que se realizan los SPD por parte de los farmacéuticos comunitarios. Con la revisión de la medicación el farmacéutico comunitario ayudó al médico a optimizar la farmacoterapia de los pacientes ingresados.