OBJETIVOS: La diabetes es una patología crónica, con una gran prevalencia entre la población. Para conseguir el control de la glucemia es necesario además de la medicación y la realización de ejercicio físico adecuado, mantener unos hábitos alimentarios, tener buen conocimiento de los grupos de alimentos y conocer su índice glucémico. La diabetes es una de las enfermedades con una gran influencia de la ingesta sobre los valores de la glucemia y como consecuencia en la aparición de secuelas. El objetivo de nuestro estudio es conocer el entorno familiar de las personas diabéticas, saber si comen solos o no, si ellos se preparan los alimentos y de la influencia de la técnica culinaria en el aporte calórico final. Además de educar en las técnicas culinarias, enseñar que pueden comer con la familia e indicarles cuáles son los alimentos prohibidos.
MATERIAL Y MÉTODOS: El estudio se ha realizado durante los meses de mayo a julio de 2012, en seis farmacias de la provincia de Valencia. Se ha realizado una encuesta a pacientes diabéticos tanto insulinodependientes o no, así como a los prediabéticos que solo realizaban dieta para mantener niveles de glucemia dentro de los límites establecidos. Se presentaba una encuesta para conocer el entorno familiar y social del diabético así como para valorar el conocimiento de la influencia de las técnicas culinarias en la aportación calórica y cómo valorar la ingesta calórica cuando se utilizaban alimentos preparados o aptos para diabéticos.
RESULTADOS: Se observa que el 57,4 por ciento de los encuestados vive en pareja, la inmensa mayoría, un 98,1 por ciento come en casa y en el 70,4 por ciento es el paciente el que realiza la compra y el 63 por ciento de los pacientes realiza él mismo las labores culinarias. En el manejo de técnicas culinarias el 83,4 por ciento tiene un nivel entre medio y alto.
CONCLUSIONES: Vemos la importancia que tiene el farmacéutico comunitario en la educación nutricional del diabético, cómo puede hacer que su dieta sea más variada y enseñándole a comer raciones más pequeñas enriquece su dieta, la hace más apetecible y hace más fácil su seguimiento. Desde la farmacia comunitaria se puede educar en la variación calórica según la técnica culinaria y en la importancia de comer en compañía.