PRESENTACIÓN: paciente de 64 años acude a farmacia por sufrir hinchazón en el codo derecho desde hace horas. El paciente presupone que es debido a una reacción alérgica por una picadura de insecto. Por ello nos pide una crema para picaduras. Los signos que presenta son enrojecimiento uniforme en toda la inflamación, hinchazón, edema y calor localizado.
Según nos cuenta sus síntomas son leves, ya que solo presenta molestias muy leves al mover la articulación y apenas sufre picor. Su tratamiento habitual es lisinopril/hidroclorotiazida 20/12,5 mg y metformina 850 mg. Observamos en su historial que hace dos años tuvo prescrito alopurinol 100 mg, el cual no ha vuelto a tomar por petición de su MAP, al considerar este que los valores de ácido úrico estaban dentro de los parámetros establecidos. Durante ese tiempo sufrió de gota en las rodillas con dolores intensos.
INTERVENCIÓN: tras analizar su sintomatología, nos inclinamos a que el problema no radicaba en una picadura de insecto. Por regla general las picaduras de insectos cursan con dolor localizado, enrojecimiento, hinchazón y picazón. En la mayoría de casos también se experimenta una sensación de ardor, entumecimiento y hormigueo. En el caso del paciente, no presentaba ni dolor localizado, ni picazón. En un principio, y después de valorar su historial clínico, nos inclinamos a que puede padecer gota en el codo. Sin embargo, nos sorprende que no presente dolor intenso. Por ello derivamos al médico mediante una hoja de interconsulta para que valore el problema. El médico le solicita una analítica general para determinar si realmente existe una hiperuricemia. Le prescribe diclofenaco 50 mg para tratar la inflamación. Según este, se trata de una bursitis producida por hiperuricemia. A veces esta patología es asintomática en cuanto a dolor se refiere, solo se manifiesta hinchazón y calor localizado.
RESULTADO: se dispensa diclofenaco 50 mg al paciente. Se le proporciona información sobre la hiperuricemia y bursitis (prevención / tratamientos). Se le indica pomada a base de árnica, la cual le sirve de coadyuvante al tratamiento con el antiinflamatorio.
CONCLUSIÓN: este caso clínico es de gran ayuda para observar la importancia de analizar minuciosamente cada consulta. Además de la sintomatología y duración de cada problema, siempre es conveniente que el farmacéutico revise su historial clínico, y si eso no es posible, por lo menos su medicación. El farmacéutico es un profesional cualificado y capacitado para llevar a cabo este proceso.