PRESENTACIÓN: varón 23 años, 97 kg. IMC: 27. En tratamiento con oxcarbacepina 300 mg (1-0-1) para su epilepsia. El paciente en servicio de SFT debido a que se observa poca regularidad en la retirada mensual de su tratamiento. En la entrevista inicial informa que padece epilepsia desde que era niño, y se detecta que la no adherencia al tratamiento antiepiléptico se produce durante los fines de semana, ya que manifiesta tener miedo de sufrir algún evento adverso si toma alcohol. El paciente comenta que sufre crisis puntuales de epilepsia, sobre todo cuando está nervioso.
INTERVENCIÓN: se realiza educación sanitaria, en colaboración con el médico, buscando mejorar la adherencia al tratamiento antiepiléptico. Se informa que la posible causa de las crisis esporádicas de epilepsia pueda ser porque el medicamento no se mantiene estable en sangre durante toda la semana. La oxcarbazepina se elimina rápidamente (semivida de 1,3-2,3 horas), y su metabolito activo (semivida 9,3±1,8 h). Cuando se administra oxcarbacepina dos veces al día, presenta concentraciones plasmáticas en estado estacionario en 2-3 días, para dosis de 300 a 2.400 mg/día. Por estos motivos, si el paciente incumple durante el fin de semana (48-72 h) no mantendría concentraciones estables en plasma. En este tipo de tratamientos (oxcarbacepina) es importante mantener la linealidad de la dosis durante todo el tratamiento, y debe tomarse todos los días. Se incide que debe reducir o eliminar el consumo de alcohol para evitar posibles interacciones o efectos colaterales.
RESULTADOS: el paciente acepta intervención consensuada con el médico. Mejora la adherencia y desaparecen las crisis puntuales de epilepsia en pocas semanas. Unos meses después, el paciente empieza a sufrir crisis agudas de dolor de cabeza, que no mejoran con ibuprofeno arginina 600 mg, por lo que deciden instaurarle una nueva estrategia farmacoterapéutica en el servicio de neurología, prescribiendo valproato sódico 500 mg (1-0-1) e ibuprofeno ar 600 mg con rizatriptán 10 mg cuando aparezcan los dolores de cabeza. A los 4 meses de esta estrategia, acude a la farmacia informando que está sufriendo nuevamente crisis de epilepsia, que además le producen caídas y luxaciones escapulo humeral de forma bilateral, por lo que es derivado al médico informando de posible falta de efectividad de la nueva estrategia para la epilepsia, añadiéndose al valproato sódico nuevamente la oxcarbacepina 300 mg (1-0-1), remitiendo estas crisis de forma temporal. En estos momentos el paciente ya tiene adherencia completa al tratamiento por temor a que se le luxen los hombros en una nueva crisis de epilepsia y se encuentra controlado.
CONCLUSIONES: la colaboración del farmacéutico y el médico en la adherencia y seguimiento farmacoterapéutico en pacientes jóvenes con epilepsia ha contribuido a mantener la linealidad de la dosis y efectividad del tratamiento antiepiléptico.