INTRODUCCIÓN: una correcta conservación de los medicamentos es crucial para garantizar su eficacia y seguridad, circunstancia que en medicamentos termolábiles es aún más importante. Dentro del marco de implantación de programas de acreditación en calidad en farmacia comunitaria se detecta ausencia de normalización de procedimientos de actuación en caso de rotura de la cadena de frío.
OBJETIVOS: desarrollo e implantación de un protocolo de actuación en caso de rotura de cadena de frío adaptado a la farmacia comunitaria.
METODOLOGÍA: se realiza una revisión bibliográfica en relación a la protocolización de almacenamiento de medicamentos termolábiles y procedimientos a seguir ante posible rotura de la cadena de frío en distintos niveles asistenciales con el fin de consensuar protocolos y adaptarlos a la farmacia comunitaria.
RESULTADOS: la búsqueda bibliográfica señala al ámbito hospitalario como el de mayor implantación de protocolos normalizados de almacenamiento/conservación de termolábi-les, definiendo condiciones de temperatura y tiempos en las que pueden permanecer los distintos medicamentos sin presentar problemas de estabilidad y eficacia. La adaptación al ámbito de la farmacia comunitaria pasa en primer lugar por crear un registro de medicamentos termolábiles con existencias en la misma. Posteriormente éstos se clasifican en distintas categorías de estabilidad previamente establecidas a partir de bases de datos provenientes en mayor grado de farmacia hospitalaria, de consulta de la ficha técnica y en caso necesario de contacto directo con el titular de la autorización. Los medicamentos se conservan en rango de temperatura (ta) entre 2° y 8°C en refrigerador que visualiza alarmas mediante display con registro de inicio/finalización y temperatura crítica. En caso de ta superior a 8°C el farmacéutico responsable descarga alarma y valora la incidencia. Si ésta ha oscilado entre 8° y 12°C por un tiempo inferior a 8 horas no se hace nada. En caso de ta superior a 12°C o haber sobrepasado 8 horas se inicia el protocolo anotando la incidencia (ta, tiempo, registro de medicamentos) e inmovilizando los envases afectados. A cada medicamento se adjunta una etiqueta de identificación de categoría de estabilidad térmica a la que pertenecen, información que condicionará las actuaciones posteriores debidamente detalladas en el protocolo.
CONCLUSIONES: dentro de las atribuciones del farmacéutico figura la custodia y conservación de medicamentos. Para garantizar dicha actividad es necesario protocolizar determinadas situaciones que pueden afectar a la estabilidad de los medicamentos, como la rotura de la cadena de frío.