NTRODUCCIÓN: la pandemia global de COVID-19 produjo cambios en la farmacia comunitaria tanto en su organización como en su relación con los pacientes. El hecho de ser un servicio esencial y puerta de acceso al sistema sanitario obligó a los farmacéuticos, tras la declaración del estado de alarma, a adoptar medidas de protección urgentes y rápidas. El confinamiento de la población en sus domicilios propició un aumento de la demanda de atención farmacéutica no presencial y el riesgo de que los pacientes mayores vulnerables no dispusieran de tratamiento.
OBJETIVOS: evaluar la reacción en cuanto a organización, servicios prestados y comunicación de los farmacéuticos comunitarios frente a la pandemia de COVID-19.
MATERIAL Y MÉTODOS: estudio observacional mediante encuesta de opinión a farmacéuticos comunitarios de las Illes Balears mediante la aplicación de Google Forms desde el 13 de abril al 24 de abril del 2020. El tratamiento de datos se realizó con el programa informático SPSS®.
RESULTADOS: se obtuvo un total de 256 respuestas válidas. El 4,7 % de los farmacéuticos encuestados estuvo (o algún trabajador de la farmacia) afectados por la COVID-19 y un 15,6 % algún familiar. Sólo el 30,1 % mantuvo su horario y su turno de trabajo habitual. El 90 % utilizó mamparas de protección y geles hidroalcohólicos, el 88,3 % usó guantes y la mitad (53,5 %) utilizó mascarillas FFP2/FFP3 para su protección. El 18,0 % fabricó geles hidroalcohólicos para uso interno y un 8,6 % para su venta. El 35,9 % realizó seguimiento de los pacientes vía telefónica o telemática. El 66,8 % realizó atención domiciliaria y el 62,1 % hizo la entrega de dicha medicación a pacientes en situación de vulnerabilidad. En el 77,3 % de los casos el contacto con el Centro de Salud se realizó sin problema, aunque en el 60 ,5 % se mantuvo la misma comunicación que antes de la pandemia. Solo un 39,5 % lo hizo con mayor facilidad y fluidez y un 10,5 % estableció un nuevo protocolo de comunicación. El 34,3 % de farmacéuticos contactaron con servicios sociales. Un 62,9 % consideró que se había reforzado su papel como profesional sanitario.
CONCLUSIONES: la pandemia reforzó el papel del farmacéutico comunitario, adaptándose este a la nueva situación mediante, cambios físicos y organizativos, implantando servicios de atención telemática y domiciliaria y estableciendo comunicación con el centro de salud y otros agentes sanitarios y sociales.