JUSTIFICACIÓN: un número variable de pacientes acuden al médico de atención primaria (entre el 10-85%, dependiendo del país), o a las urgencias hospitalarias (un 5% en Reino Unido) para el tratamiento de los síntomas menores, lo que supone un gasto extra y una saturación de los centros médicos innecesaria que podría evitarse, mediante la incorporación de la Farmacia Comunitaria (FC) en el circuito de la sanidad.
OBJETIVOS: analizar pormenorizadamente del sistema sanitario de Reino Unido que incorpora a la farmacia comunitaria en el circuito de la sanidad y en particular el programa NHS111.
MATERIALES Y MÉTODOS: estudio sistemático de las publicaciones obtenidas en Pubmed empleando los términos Farmacia comunitaria y Reino Unido. Se encontraron 743 resultados de los cuales 7 eran artículos relacionados con NHS111. Además, se consultaron las páginas web del Servicio Nacional del Reino Unido (NHS), y del sistema nacional de salud español mediante consultas a la página web del ministerio de sanidad (MSC).
RESULTADOS: el programa comenzaba con una llamada telefónica por parte del paciente al número 111. Allí un médico, enfermera, farmacéutico o paramédico que atendía la llamada, obtenía información suficiente para dar al paciente un consejo relacionado con la salud, derivarle a una FC o al médico. En caso de acudir a la FC, esta tenía una sala habilitada con acceso informático, un farmacéutico con habilidades clínicas y se disponía de protocolos de actuación para 64 síntomas menores. Con este servicio, el 71 % de los pacientes recibió una indicación para el síntoma menor en la FC, el 12 % de los casos se derivó al servicio de urgencias y el 17 % se derivó a otro profesional, o MAP no urgente. Cada semana, las farmacias comunitarias inglesas, asesoran a más de 730.000 personas, lo que se estima en un ahorro de más de 24 millones de citas médicas por año. Además, durante la pandemia, el 61 % de las farmacias informaron de una alta presión debido a la fuerte demanda del servicio.
DISCUSIÓN: la implantación de un sistema que emplee a la farmacia, hasta ahora infrautilizada, para la gestión del síntoma menor, ha supuesto un ahorro económico importante para el sistema de salud, así como el alivio en atención primaria y urgencias hospitalarias en Reino Unido y podría extrapolarse a España.