INTRODUCCIÓN: en nuestro medio, la punción digital para el control del tratamiento anticoagulante con dicumarínicos (TAO) está externalizada en los centros de Salud, siendo centralizada la monitorización de la misma por parte de los Hematólogos de la Unidad de Anticoagulación.
OBJETIVOS:
1) Incorporar al farmacéutico comunitario al circuito asistencial dándole un mayor protagonismo en la supervisión del control del TAO, labores de formación y refuerzo de la adherencia y cumplimentación del tratamiento anticoagulante.
1) Mejorar la conciliación familiar y profesional de los usuarios al flexibilizar los horarios de los controles y facilitarles el acceso a las nuevas tecnologías.
MATERIAL Y MÉTODOS: desde la unidad de anticoagulación del Departamento Clínico Malvarrosa se diseñó un proyecto piloto con 9 farmacias comunitarias ubicadas en el área, a las que se les impartió formación, un dispositivo para la determinación digital del INR y los reactivos necesarios.
RESULTADOS: a los seis meses del inicio del proyecto, un total de 50 pacientes se benefician de la realización de los controles en su farmacia comunitaria. 31 son mujeres y 19 son varones; la mediana de edad es de 69 años (40-89 años). Por diagnóstico, 28 están anticoagulados por fibrilación auricular no valvular, 8 son portadores de prótesis valvulares, 11 por trombosis venosa de repetición, de los que 2 además padecen síndrome antifosfolípido y 2 padecen trombofilia primaria; otros dos padecen patología arterial grave y uno ha sido recientemente intervenido de TAVI (implantación percutánea de válvula aórtica).El tiempo de anticoagulación en rango (TTR) de Rosendaal es la medida aceptada para valorar la calidad de la anticoagulación, y corresponde al porcentaje de tiempo que el paciente se encuentra en rango. Se correlaciona con la presencia de eventos tromboembólicos o sangrados y se considera control inadecuado TRT <65%. La mediana de TTR en nuestra serie es de 68% (32-100%), ligeramente superior a la mediana de la población anticoagulada en el departamento (67,72%). Tanto la media de días entre citas, como el consumo de tiras reactivas es similar al realizado en los Centros de Salud. Durante el período de seguimiento 5 pacientes se realizaron procedimientos invasivos que precisaron de la retirada del tratamiento anticoagulante. Concretamente una colonoscopia, 3 cirugías dermatológicas, una cirugía mayor por neoplasia de sigma y una infiltración articular. Todas ellas se realizaron sin incidencias. Dos pacientes precisaron antibióticos por procesos infecciosos intercurrentes. No se han objetivado procesos trombóticos y únicamente una paciente sufrió una hemorragia subaracnoidea leve tras caída casual sin consecuencias.
CONCLUSIONES: aunque el periodo de seguimiento es todavía corto, podemos afirmar que la incorporación del farmacéutico comunitario al circuito asistencial es segura, e incluso probablemente contribuya a mejorar el TTR en rango de los pacientes anticoagulados.