El insomnio es uno de los trastornos más habituales del sueño, con una gran prevalencia en la sociedad. Para abordar el insomnio se puede emplear el tratamiento farmacológico (normalmente con benzodiacepinas o sus análogos) y el tratamiento no farmacológico (medidas de higiene del sueño) que consiste en tratamiento cognitivo conductual o CBTI por sus siglas en inglés. En cuanto a la efectividad del tratamiento no farmacológico, son numerosos los estudios que avalan su uso tanto en el insomnio primario como en el secundario. Aunque algunos autores sugieren que pueden requerir cinco semanas para mostrar efectividad, su eficacia a corto plazo es comparable con las benzodiacepinas y análogos, siendo mayores sus ventajas a largo plazo (insomnio crónico), ya que no pierden efectividad, mejorando la salud del paciente y ahorrando costes en el sistema sanitario. La Academia Americana de Medicina del Sueño (AASM) indica que hay insuficientes evidencias sobre la efectividad de las medidas de higiene del sueño aisladas, y avala y recomienda la incorporación de estas en las terapias prescritas desde atención primaria, en los diferentes tipos de insomnio, asociadas con diferentes CBTI, además de la indicación conjunta con la prescripción de benzodiacepinas a corto plazo. La Agencia Española del Medicamento y Productos Sanitarios (AEMPS) sugiere que las benzodiacepinas no deben usarse más de un mes para el insomnio ni más de tres meses para la ansiedad, incluyendo el periodo de retirada gradual, debido a su tolerancia y dependencia.
OBJETIVOS: el objetivo principal del estudio fue valorar el grado de uso y conocimiento de las terapias no farmacológicas en pacientes con insomnio. Como objetivo secundario se planteó la necesidad de ofrecer una atención farmacéutica especializada a este grupo de pacientes.
MATERIAL Y MÉTODO: previo al estudio, se realizó una búsqueda bibliográfica tanto en fuentes primarias como secundarias sobre diferentes aspectos relacionados con el insomnio y su tratamiento. Empleo de una escala tipo Likert, elaborada para el estudio, para valorar el grado de conocimiento de las medidas de higiene del sueño.
RESULTADOS: se recogieron datos durante un mes y medio en una farmacia comunitaria, obteniendo n=21. La media de años desde que los pacientes están bajo tratamiento con benzodiacepinas fue de 8,35 años. Solamente una persona conocía las CBTI.
CONCLUSIONES: a la vista de los resultados obtenidos se puede decir que:
1. Los pacientes no están correctamente informados de las medidas de higiene del sueño como tratamiento a largo plazo del insomnio y, por tanto, no pueden beneficiarse de ellas.
2. Es necesario que el farmacéutico comunitario incorpore a su cartera de servicios una atención farmacéutica a pacientes con insomnio.