PRESENTACIÓN: varón de 29 años, sin enfermedades diagnosticadas, sin medicación. El paciente acude a la farmacia para preguntar por algunas vitaminas o algún medicamento para mejorar la función sexual. Se le ofrece el servicio de seguimiento farmacoterapéutico. En la primera entrevista se determina que el paciente no tiene diagnosticada enfermedades ni toma ningún tratamiento. El paciente es fumador de 20 cigarrillos al día, presenta disfunción eréctil desde hace más de 10 años, pero es la primera vez que consulta al respecto. Debido a la juventud con la que se inicia la disfunción me hace sospechar que no se deba a su calidad de fumador, aunque se le recomienda la cesación tabáquica y se le ofrece el servicio para el momento en que se encuentre preparado.
INTERVENCIÓN: se deriva al médico con informe escrito, solicitándole evaluación clínica completa del paciente para descartar la posibilidad de presentar enfermedad orgánica subyacente y se le comenta la posible valoración de instauración de tratamiento con tadalafilo 5 mg diario.
RESULTADO: el médico de atención primaria acepta la intervención y prescribe tadalafilo 5 mg diario y solicita análitica completa. El paciente acude a su vez a especialista en urología privado, el cual le realiza un perfil hormonal completo. Se descarta patología orgánica subyacente, por lo que se piensa un origen psicógeno de la misma. El paciente comienza tratamiento con tadalafilo 5 mg diario, a los 3 días comienza recuperación, con erecciones extracoitales. Tras varios meses de tratamiento el paciente me refiere la recuperación de su vida sexual normal, con relaciones sexuales satisfactorias. Comienza terapia psicológica para tratar de dejar la terapia farmacológica. En este momento el paciente sigue en seguimiento, sigue con ambas terapias, pero con su vida sexual normalizada, lo que se ha traducido en una mejora notable de su calidad de vida.
CONCLUSIÓN: este caso confirma que muchos pacientes con disfunción eréctil no acuden a un profesional sanitario hasta pasado mucho tiempo desde el inicio de la patología. Y que la accesibilidad y cercanía del farmacéutico comunitario, así como su formación es clave para la detección y tratamiento de pacientes ocultos.