Jornadas SEFAC 2025: La farmacia comunitaria ante el reto de la especialización y el cambio

Dejadnos que comencemos este editorial de la misma manera que hemos estado escribiendo otros editoriales en otros ámbitos durante los últimos cuatro años: Cuenta una fábula que un maestro de sabiduría y su discípulo iban paseando por un bosque cuando, a lo lejos, vieron unas tierras baldías, pobres en apariencia, por lo que el maestro decidió ir a visitarlas. Mientras llegaban, el sabio aleccionó al joven sobre la importancia de visitar sitios y conocer a personas por las oportunidades de aprendizaje que ofrecen todas esas experiencias. 

Llegaron a una choza de madera, donde malvivían un matrimonio con sus tres hijos, con la ropa sucia y medio deshecha y todos iban descalzos. El sabio se aproximó al padre de familia y le preguntó: “No veo en los alrededores ninguna tienda, ni empresa, ni fábrica… ¿cómo hacéis para sobrevivir aquí?”

El padre contestó: “Mire señor, tenemos una vaca. La vaca nos da varios litros de leche al día. Parte de esa leche la vendemos en el pueblo de al lado y así compramos lo que necesitamos para sobrevivir, y la otra parte la utilizamos para hacer quesos y otros productos para consumir, y así vamos tirando.”

El sabio le dio las gracias y, después de echar un vistazo a todo el lugar, se despidió. Cuando volvían de regreso a casa, el sabio se detuvo y le dijo al discípulo: “Vuelve, coge la vaca y tírala por este precipicio”. El alumno se quedó aterrorizado pues era el único medio de subsistencia de la familia, pero, mirando atónito a su maestro y viendo que no parpadeaba, cumplió su orden. Fue a buscar a la vaca, la arrojó por el precipicio y la vio morir. Esta escena le persiguió y le atormentó durante muchísimo tiempo. Años después, atormentado por la culpa, el joven regresó al lugar para pedir perdón. Al llegar, encontró una casa próspera y a la familia viviendo en mejores condiciones. Confundido, preguntó al dueño cómo habían logrado transformar sus vidas. Este le explicó que, tras la pérdida de la vaca, se vieron obligados a buscar nuevas formas de subsistir, lo que les permitió descubrir habilidades y oportunidades que antes desconocían.

La historia es una reflexión sobre la importancia de salir de nuestra zona de confort y enfrentarnos a los desafíos de la vida, incluso cuando parecen adversidades. A menudo, las pérdidas nos impulsan a crecer, innovar y alcanzar nuestro verdadero potencial. Por eso, quería poner como ejemplo este cuento, que ilustra que lo que parece una tragedia inicial puede ser el catalizador para un cambio positivo, ayudándonos a descubrir habilidades y oportunidades que de otra manera permanecerían ocultas.

En el contexto actual, el mundo de la farmacia nos obliga a adaptarnos constantemente, desarrollando nuevas competencias. Así, “matar la vaca” simboliza la necesidad de abandonar la aparente comodidad para abrirnos a nuevas posibilidades, aprender, crecer y, en nuestro contexto, a enfrentarnos a los nuevos retos y desafíos que se le plantean a la farmacia comunitaria.

Y son varios retos y desafíos los que tenemos ahora delante de nosotros. Y, algunos, a corto plazo. La propuesta de cambio de modelo retributivo de la farmacia comunitaria, la especialidad, el aumento de competencias, la colaboración y la inclusión de la farmacia comunitaria en las estrategias de atención primaria... Paradigmas dentro de la profesión para cuando “maten a nuestra vaca”.

Con esta reflexión como foco, este año 2025 en el que se cumple el 25 aniversario de la sociedad científica, SEFAC va a celebrar sus jornadas por todo el territorio nacional bajo el lema “Farmacia comunitaria como profesión sanitaria, científica y especializada” En el mismo se ha tratado de encapsular la esencia de este periodo de transformación para la profesión, ya que, en este momento, creemos que abrazar el cambio no es sólo una opción sino una necesidad para garantizar un futuro sólido y reconocido. 

Dentro de las 15 Jornadas previstas tendrá lugar el debate profesional central bajo el título “Especialidad en farmacia comunitaria: ¿una necesidad?” con la intervención de diferentes participantes que nos invitarán a reflexionar sobre el camino hacia la consolidación de una especialización que legitime y eleve aún más el rol del farmacéutico comunitario dentro del sistema sanitario. La especialización no debe ser vista como una renuncia al carácter integral de nuestra profesión, sino como una evolución que responda a las complejidades de la atención sanitaria actual. Tal como lo ilustra la fábula, el aparente riesgo de avanzar hacia este modelo podría convertirse en la clave para descubrir nuevas competencias, liderar áreas específicas y fortalecer nuestra presencia dentro de la atención primaria.

Además, los talleres programados —sobre temas como la Indicación Farmacéutica, el uso seguro de medicamentos, la diabetes o la vacunación en adultos— destacarán la relevancia de la formación continua como pilar para afrontar los retos presentes y futuros. Estas actividades no sólo fomentan la actualización profesional, sino que también reflejan la necesidad de consolidar la farmacia comunitaria como una práctica basada en la evidencia científica, profundamente conectada con las necesidades de los pacientes y la sociedad.

El objetivo principal de la actividad es, como recalca el lema en cuestión, insistir en que la farmacia comunitaria debe ser reconocida como una profesión sanitaria, científica y especializada, capaz de adaptarse a los nuevos paradigmas.

Celebrar 25 años de SEFAC no es sólo una ocasión para mirar atrás y reconocer los logros alcanzados, sino también para proyectar una visión ambiciosa hacia el futuro. Enfrentemos juntos estos desafíos, preparados para tirar por el precipicio las vacas que nos anclan al pasado y construir, entre todos, un futuro donde la farmacia comunitaria sea protagonista indiscutible de la salud en nuestra sociedad. ¿Te apuntas?