La evaluación económica de las tecnologías sanitarias, como cualquier intervención farmacéutica, precisa identificar con el mayor detalle posible todos los recursos utilizados en la implementación de la misma. El primer aspecto que se tendrá en cuenta es la perspectiva desde la que se realiza el análisis. Obviamente, la perspectiva está en función del objetivo (y audiencia) del estudio. Aunque la perspectiva de la sociedad es la más adecuada porque contemplaría todos los costes –pues la sociedad hace frente de forma directa o indirecta a todos los recursos-, no suele ser la más empleada. Una opción alternativa sería la del agente financiador del sistema de salud, que suele ser el organismo más interesado en estos estudios.
Asimismo, se precisa definir un periodo de tiempo lo suficientemente extenso para que cubra la utilización de todos los recursos empleados, así como que se puedan observar todos los beneficios asociados, pero, a su vez, lo suficientemente corto para que el desarrollo del estudio sea asequible. Los costes que se analizarán son principalmente los asociados al sector sanitario (casi todos incluidos en los antes denominados costes directos) y al paciente y familiares (denominados clásicamente indirectos). Entre los primeros, que son los que se utilizan en todas las evaluaciones, están las consultas médicas y farmacéuticas, las pruebas de laboratorio y procedimientos diagnósticos, las estancias hospitalarias de cualquier forma, los productos necesarios para llevar a cabo el cuidado del paciente, etc. Entre los segundos, asociados al paciente y familiares, se hallan las pérdidas de productividad laboral, que en muchas patologías adquieren una trascendencia importantísima.
La metodología de costes exige una identificación inicial de todos aquellos que sean relevantes para que, en función de un precio unitario de cada recurso, se pueda estimar el valor total de cada uno de ellos y, finalmente, el valor del coste total asociado a la intervención y al cuidado usual.
La diferencia entre los dos valores hallados mostrará el resultado fundamental: en qué medida afecta al coste la implementación de una intervención farmacéutica. Es imprescindible, eso sí, un cuidadoso análisis de la incertidumbre asociada a los parámetros.