INTRODUCCIÓN: con la sexta ola pandémica, la alta transmisión de casos en la comunidad provoca la saturación del sistema sanitario.
OBJETIVOS: para aliviar la carga de trabajo de atención primaria, desde el Servicio de Salud del Principado de Asturias (SESPA), se autorizó a las farmacias comunitarias a realizar la supervisión de los test de antígenos, pudiendo notificar los casos positivos al SESPA. Ello conlleva la no necesidad de confirmación del positivo con una PCR, puesto que la prueba ha estado supervisada por un profesional sanitario (farmacéutico comunitario) con un test validado. Además, el paciente ya no necesita llamar a su médico de cabecera para realizar la notificación, solicitar la baja laboral, etc.
MATERIAL Y MÉTODOS: las farmacias comunitarias adscritas al servicio sólo pueden supervisar que el paciente realice la toma correctamente, y que se respeten los tiempos para confirmar que el resultado del test sea fiable. Los test se adquieren en la propia farmacia, por lo que queda constatada la validez y fiabilidad de estos.
RESULTADOS: desde el comienzo de la implantación del servicio el 10 de enero, y hasta el 2 de marzo, hemos realizado 250 supervisiones, de las cuales 106 resultaron positivas (un 42.40 %).De todas las personas que acudieron, 117 eran asintomáticas, resultando 25 de ellas ser positivas (el 21.37 %), siendo este valor el 10 % de nuestra muestra total. Por otro lado, 110 de las personas que solicitaron el servicio fue por un contacto estrecho, de las cuales 37 (un 14.80 %) resultaron ser positivos. De ellos 13 (un 35.14 %) no presentaban ningún síntoma compatible con SARS-COV-2.
CONCLUSIONES: Si tenemos en cuenta que el valor de una PCR en la sanidad pública asturiana ronda los 30€, la no necesidad de confirmación de los positivos mediante dicha técnica ha ahorrado a sanidad 3180€ en un período de tiempo de 46 días lectivos tan sólo en una de las farmacias adscritas. Si tenemos en cuenta el total de las pruebas revisadas, el importe sería de 7500€. A fecha del 2 de marzo son 124 las farmacias comunitarias adscritas al servicio. De esta forma, con un test de antígenos, mucho más barato por su regulación de precio y porque lo paga el usuario, y con el resultado en un tiempo máximo de 15-20 minutos, ya que varía según la marca del test, se consigue desatascar la sanidad pública y registrar a la gran mayoría de los positivos, consiguiendo controlar la transmisibilidad.