INTRODUCCIÓN: la dermatitis atópica es una patología inflamatoria cutánea, con una alta predisposición genética y de mayor predominio en la infancia. Esta patología evoluciona con un curso crónico y alterna periodos de brotes y periodos sin brotes. Se manifiesta con unos síntomas y signos característicos como son: prurito intenso (presente en todos los pacientes), xerosis, eritema, exudación, descamación… La intervención del farmacéutico es determinante, tanto para evaluar la gravedad de las lesiones como para determinar la necesidad de una derivación al dermatólogo, así como para instaurar las primeras medidas higiénico-dietéticas. Es por ello que es imprescindible una protocolización del abordaje de la patología.
OBJETIVOS: implantar un protocolo de actuación que ayude al farmacéutico comunitario a actuar de manera consensuada ante cualquier consulta, sospecha de algún resultado negativo de la farmacoterapia del paciente atópico, y aportar conocimientos para favorecer su adherencia al tratamiento y a las medidas higiénico-dietéticas instauradas.
MATERIAL Y MÉTODOS: este trabajo se encuentra enmarcado dentro de un proyecto de guía de dermatología de diferentes dermatosis, promovido y avalado por la Sociedad Española de Farmacia Familiar y Comunitaria (SEFAC) en colaboración con Almirall, y en la que colaboran farmacéuticos comunitarios del Grupo de Dermatología de SEFAC. Se realizó una búsqueda bibliográfica y documental con el fin de recoger todos los conceptos claves para protocolizar la actuación en la dispensación, indicación o consulta farmacéutica y seguimiento personalizado.
RESULTADOS: para poder identificar con facilidad la patología, ante la consulta farmacéutica, se describieron los signos y síntomas característicos de la dermatitis atópica según la edad del paciente, las características diferenciales con otras patologías dermatológicas , así como los criterios de derivación al dermatólogo. También se elaboraron una serie de medidas higiénico-dietéticas que el farmacéutico puede instaurar existan o no criterios de derivación.
CONCLUSIONES: la protocolización de las acciones farmacéuticas es esencial para la mejora de la atención a los pacientes y la buena comunicación con el resto de profesionales sanitarios. Actuar de forma consensuada y unánime refuerza la figura del farmacéutico comunitario como agente sanitario. Es por ello que una de las columnas de SEFAC es la realización constante de protocolos actualizados y consensuados para la mejora de la profesión farmacéutica.