INTRODUCCIÓN: las benzodiazepinas (BZD) son fármacos que se utilizan fundamentalmente para el tratamiento de los trastornos de ansiedad e insomnio. Aunque el riesgo de dependencia es mínimo, en tratamientos breves, actualmente, según la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios, las BZD no deben utilizarse más de un mes para el insomnio ni más de tres meses para la ansiedad. Con el fin de potenciar un uso racional del medicamento se promueve desde el Colegio Oficial de Farmacéuticos de Alicante (COFA) un estudio con el objetivo de mejorar la atención farmacéutica (AF) en la dispensación de estos medicamentos.
OBJETIVOS: Parte 1. Caracterizar la utilización de las BZD en farmacia comunitaria. Describir el grado de conocimiento sobre su tratamiento. Conocer la prevalencia de las interacciones BZD-otros medicamentos. Identificar la prevalencia de efectos adversos de las BZD. Ofrecer información para potenciar el uso racional del medicamento. Parte 2. Estimar el tiempo promedio en tratamiento. Cuantificar el impacto de la intervención del farmacéutico.
METODOLOGÍA: estudio observacional con intervención, durante un mes, por farmacias de la provincia de Alicante que voluntariamente deciden participar. Se informa a los centros de salud, a través del COFA, de los objetivos e inicio del estudio. La población diana: paciente mayor de 18 que solicita la dispensación de BZD y acepta participar. A todos se les informa adecuadamente, para potenciar el uso racional del medicamento. Se recogen datos epidemiológicos y además en la primera fase de la entrevista se solicitan datos del conocimiento y uso del medicamento. ¿Quién lo prescribió?, ¿para qué?, ¿cómo le va?, ¿lo utiliza puntual o a diario?, ¿sufre efectos adversos?, ¿toma otros medicamentos?, ¿toma alcohol? En la segunda fase de la entrevista se pregunta por temas relacionados con la posible dependencia y la deshabituación, si procede.
RESULTADOS: parte 1: se entrevistó a 625 pacientes, la mayoría mujeres (75.4%). La edad más frecuente: 70 ó más años (36%). Un 65% fueron prescritos por su médico de cabecera y 25% por un médico especialista. En más de un 50% fueron prescritos como hipnótico (52.8%), un 11% no sabe para qué se lo indicaron. Un 81,3% considera que le va bien, el resto regular/mal. Un 78,4% lo utiliza a diario. El 19,4% indica algún efecto adverso. El 33% toma medicamentos o consume alcohol que puede interaccionar con las BZD. El más prescrito fue el lorazepan (29%), seguido por el alprazolam (14,7%) y bromazepan (11%).
CONCLUSIONES: el farmacéutico comunitario tiene una labor fundamental en potenciar el uso racional del medicamento, que, en el caso de las BZD, tienen una gran trascendencia en la optimización de la eficacia y seguridad. A la vista de los resultados obtenidos se evidencia que existen oportunidades de mejora en la información que tienen los pacientes sobre su tratamiento, así como en la detección de efectos adversos e interacciones.