INTRODUCCIÓN: la Sociedad Española de Farmacia Familiar y Comunitaria (SEFAC) realizó en 2014 un estudio sobre la situación de la farmacia fomunitaria (FC) en España en el que se pretendía conocer la opinión de usuarios, asociaciones de pacientes y los mismos farmacéuticos comunitarios sobre diferentes determinantes de la situación actual de la FC en nuestro entorno. Uno de los servicios profesionales farmacéuticos (SPF) ofrecidos fue el cribado en desnutrición en pacientes mayores de 65 años.
OBJETIVOS: estimar la prevalencia de desnutrición a través del servicio de cribado de desnutrición en pacientes mayores de 65 años no institucionalizados, además de dar a conocer a la sociedad el potencial del farmacéutico comunitario en la detección precoz de riesgo de desnutrición o desnutrición.
MÉTODO: el cribado se realiza en personas mayores de 65 años a través del cuestionario validado Mini Nutritional Assessment (MNA). Al final del test se obtiene una puntuación y el paciente es clasificado en estado nutricional normal, riesgo de malnutrición y malnutrición. En todos los casos se realiza educación nutricional y se le recuerda al paciente las recomendaciones de dieta saludable. En el caso de pacientes malnutridos o en riesgo de malnutrición, además de explicar más detenidamente las pautas de una dieta equilibrada, se le ofrecen recomendaciones para enriquecer los alimentos y se derivan al médico para una evaluación más profunda del estado nutricional.
RESULTADOS: el proyecto se realizó en 6 ciudades españolas, con un total de 859 pacientes, de los que 341 tenían una edad superior o igual a 65 años. Se realizó el test MNA a 39 pacientes, aunque solo 37 cumplían los criterios de inclusión del servicio, un 54% mujeres y un 46% hombres. El 45,9% fueron ancianos jóvenes (65-74 años), 48,6% ancianos viejos (75-84 años) y 5,4% ancianos muy viejos (> 85 años). Los datos que se obtuvieron fueron un 73% estado nutricional normal, 19% en riesgo de desnutrición y 8% desnutrición. No se encontraron diferencias estadísticamente significativas entre el riesgo de padecer desnutrición y la edad o el sexo. El 3% de los pacientes presentaron peso insuficiente, 40% normopeso, un 37% sobrepeso y 20% obesidad. A mayor peso, menor riesgo de padecer desnutrición o riesgo de ella (p=0,03), independientemente de la masa grasa (p=0,095). No se realizó ninguna derivación al médico.
CONCLUSIONES: el 27% de los pacientes presentaron riesgo de desnutrición o desnutrición, por lo que la implantación en las farmacias comunitarias de dicho servicio permitiría detectar, de manera rápida y precoz, el riesgo de desnutrición o desnutrición manifiesta en los pacientes ancianos e incidir de manera específica en sus hábitos alimentarios. La derivación a otros profesionales sanitarios es de gran importancia para un correcto diagnóstico y evitar la progresión de la desnutrición.