ESTADO DE SITUACIÓN: paciente, hombre de 80 años y unos 98 Kg. PS: HTA, problemas respiratorios, dolor crónico, anticoagulado. Medicación: Atrovent 1/12 h, Onbrez breezhaler 1/24 H,Karbis 16 mg 1/24 H, Furo-semida 40 mg 1/24 h, Sintron según analítica, Simvastatina 1 /24 h, omeprazol 1/24 h, Metamizol 1/12 h, Paracetamol 1 g 1/8 h y Feliben 35 mcg 1 /72 H tratamiento nuevo.
MOTIVO DE CONSULTA: el paciente comenta que la noche antes al rato de haberse puesto el parche e irse a dormir, se despertó con una sensación de ahogo que pensaba que se moría, tras levantarse de la cama muy asustado y preocupado y sin saber qué hacer instintivamente decide quitarse el parche. Tras quitarse el parche y tras unas horas en las que la sensación de ahogo no desaparece, empieza a encontrarse mejor, aunque la sensación de mareo y náuseas y el malestar general le dura unos días. FE: siguiendo la intuición del paciente y dado que el parche de buprenorfina es el último tratamiento que ha recibido el paciente consultamos la ficha técnica. "Es un analgésico narcótico, agonista/antagonista opiáceo que se une a los receptores mu y Kappa del cerebro. Su actividad en el tratamiento de mantenimiento con opiáceos se atribuye a su unión lenta y reversible, a los receptores mu, lo que durante un periodo prolongado, puede reducir al mínimo la necesidad de droga de los pacientes adictos. Debido a su actividad agonista parcial de opiáceos, que limita sus efectos depresores, especialmente sobre las funciones cardiacas y respiratorias, la buprenorfina posee un amplio margen de seguridad".
INTERVENCIÓN: confirmamos al paciente que lo que le ha pasado es algo poco frecuente en este fármaco, según ficha técnica, la depresión respiratoria sólo ocurre en menos del 0,01 por ciento de los pacientes tratados, pero que probablemente dados sus problemas previos tanto respiratorios como cardiacos es posible que esa sensación de ahogo y los demás síntomas que sintió sean debidos al tratamiento. Vemos la necesidad de comunicar al sistema de Farmacovigilancia, tanto por la gravedad del mismo, como por que se trata de un fármaco relativamente nuevo (desde el 2009) y porque en la ficha técnica el porcentaje de depresión respiratoria nos parece poco significativo y entendemos que es necesaria la comunicación por si en un futuro hubiese que tener en cuenta la posible falta de seguridad en pacientes como este con problemas respiratorios previos al inicio del tratamiento.