MATERIAL Y MÉTODOS: se ha realizado una encuesta voluntaria en una farmacia de la Comunidad de Madrid, el estudio se ha realizado durante los meses de diciembre de 2009 a junio de 2010 a un total de 64 familias encuestadas. En este periodo, dos Notas Informativas de la AEMPS informa sobre el hallazgo de fragmentos de ADN de un circovirus porcino 1 (PCV1) en la vacuna Rotarix® y en la vacuna Rotateq®, respectivamente. Por ello, durante este período de tiempo, ha habido niños que tuvieron que cambiar de una vacuna a otra en un momento dado y otros que se han quedado con la pauta de la vacunación sin terminar por consejo de sus pediatras.
RESULTADOS: el 31% de los niños vacunados empezaron con la vacuna de dos dosis. De ellos, el 60% de los padres elegía esta vacuna por comodidad (en principio les habían informado que cualquiera de las dos vacunas eran válidas), y durante las fechas en las que se recibió la primera nota informativa de la AEMPS, suspendiendo dicha vacuna, el 12,5% de estos niños tuvo que cambiar a la vacuna de tres dosis. Es decir, sólo el 18,75% del total de las familias encuestadas, terminaron la pauta de la vacuna de dos dosis. Al final del período observado, ha habido siete niños que habiendo empezado la vacunación con la vacuna de tres dosis han tenido que dejarla sin finalizar por la recomendación de su pediatra de no continuar con ella. El 92% de las familias encuestadas, refería que la razón por la que ponían la vacuna era porque llevaban o iban a llevar al niño/a a la guardería, siendo éste el motivo principal por el que “hacían el esfuerzo económico” de vacunarlo.
DISCUSIÓN: los resultados ponen de manifiesto que las familias aconsejadas por su pediatra o enfermero/a, determinan iniciar la vacunación frente al rotavirus, en su mayoría porque van a llevar o llevan al niño a la guardería. Sin embargo, ante las notas informativas emitidas sobre las vacunas, están contrariadas y confundidas sobre su eficacia y si ha valido para algo las dosis que han puesto a su hijo. Esto ha supuesto en la farmacia, informar a los familiares sobre las causas de estos cambios, y que dichos cambios no influyen en la salud de sus hijos, aunque se hayan quedado con el calendario de vacunación frente al rotavirus sin completar.